Biblioteca

El origen de nuestra Biblioteca puede rastrearse en la Memoria Institucional del Ejercicio 1948 – 1950: “se encara la organización de la Biblioteca según lo impone el art. 19 inc. 4º de la ley 5177”, que reglamenta el ejercicio de la profesión de abogado y procurador en la provincia de Buenos Aires.

En ese entonces, el Consejo Directivo determinó que la misma se conformara con el material bibliográfico necesario para que el profesional que atendiera el Consultorio Jurídico Gratuito tuviera los elementos de consulta que le proveyeran de inmediato la solución que buscaba, esto es, contar con todo el material de trabajo requerido en la labor diaria, proponiéndose adquirir todo lo que estuviera al alcance del Colegio en materia de legislación, jurisprudencia y comentarios de derecho positivo nacional y provincial.

El Consejo Directivo, en su reunión del 21 de septiembre de 1950, aprobó una resolución por la que se creaba la Comisión de Biblioteca y Revista a fin de que atendiera labor que implicaba la organización de la misma, la que quedó constituida por los abogados Julio C. Cueto Rúa, Homero C. Bibiloni, Héctor Mario Córdova y Miguel A. Mercader, encontrándose entre sus funciones redactar un Reglamento interno que permitiera su pronta habilitación, preparar un plan de adquisiciones de piezas bibliográficas, administrar los fondos destinados al proyecto, entre otros.

De las Memorias Institucionales no surge la fecha precisa de su apertura, pero puede establecerse que para el mes de abril de 1952, la Biblioteca ya se encontraba en “pleno funcionamiento”, según una noticia aparecida en el “Boletín Informativo del Colegio de Abogados del Departamento Judicial de la Capital”, Nº 5 de fecha antes citada. En el mismo, se da cuenta que la Biblioteca poseía 1297 volúmenes fichados por autor y materia, transcribiéndose además el Reglamento interno de préstamos a domicilio, aprobado oportunamente por el Consejo Directivo.

El 16 de octubre de 1959, con motivo de cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de quién fuera el primer Presidente del Colegio y en el marco de diversos actos institucionales organizados para recordar la memoria de tan notable jurista, se impuso el nombre de “Enrique V. Galli” a la Biblioteca, descubriéndose un retrato del recordado ex Presidente, el que aún puede observarse en el sector público del Área.

Dentro de la historia Institucional, debe destacarse el doloroso hecho ocurrido el 28 de febrero de 1979, en el que un incendio que afectó al edificio provocó importantes deterioros en la Biblioteca, entre ellos, la pérdida de material bibliográfico imposible de reponer por ese entonces, destruyendo además el Salón de Actos, el Salón Comedor y otros ambientes, muebles e instalaciones que soportaron la acción devastadora del fuego. En virtud de ello, parte del personal de Biblioteca fue afectado a lograr el rescate y posterior ordenamiento y limpieza del material dañado, resultando de esa tarea la selección de más de 10.000 libros para su conservación y cuidado, lo que posibilitó iniciar un nuevo inventario del material rescatado, quedando rehabilitado el servicio el 29 de agosto de 1980 en un espacio provisorio del primer piso del edificio colegial, trasladando a ese espacio el material de referencia, revistas y libros de mayor consulta. Otro hito que puede destacarse en la historia de la Biblioteca Colegial es el emplazamiento del Área en el sector que ocupa actualmente.

La construcción del nuevo edificio que alberga la Caja y el Colegio de Abogados, requería que se vaciaran las dependencias que ocupaba por ese entonces. Ante esa situación, se alquiló una casa ubicada en la calle 49 Nº 861, donde se prestó servicio hasta la culminación de las obras, esto fue desde noviembre de 2000 hasta diciembre de 2001. La inauguración formal de la nuevas dependencias fue el día 28 de diciembre de 2001 con la presencia de las autoridades del Colegio y de la Caja de Previsión Social para Abogados de la Provincia de Buenos Aires, personal de la Institución y matriculados, constituyendo el nuevo local un orgullo para el Colegio por su diseño, iluminación, amplitud y comodidad para los lectores.